Qué es la conservación transitoria y embalsamamiento de cadáveres - Union Funeral

Qué es la conservación transitoria y embalsamamiento de cadáveres

La práctica a realizar tras el fallecimiento de una persona, para la mayor salubridad y sanidad de quienes les rodean, se regula en el Decreto 2263/1974, de 20 de julio, por el que se aprueba el Reglamento de Policía Sanitaria Mortuoria.

En el caso de cadáveres conservados transitoriamente, esta permanencia no podrá exceder de setenta y dos horas. Las prácticas de embalsamamiento y de conservación transitoria habrán de ser realizadas después de las veinticuatro horas y antes de las cuarenta y ocho, a contar desde la hora de la defunción.

Técnicas de conservación del cadáver: transitoria y embalsamamiento

Ha fallecido una persona, y hay que prepararla para lo que viene después, pero no siempre las situaciones de partida son las mismas ni las técnicas a utilizar tampoco. Ese trabajo es el que realiza el tanatopractor.

Pero ¿cuáles son las diferencias? cuando se va a preparar un cadáver, ya sea para su identificación o velatorio, es necesario emplear algunas técnicas que permitan su conservación.

La conservación transitoria y el embalsamamiento son procedimientos empleados en la preparación de un cuerpo. Pese a que cumplen el mismo fin, que es conservar el cadáver, tienen sustanciales diferencias.

La conservación transitoria es un proceso temporal, más urgente, que se emplea para retardar la putrefacción del cuerpo y que requiere normalmente actuar con cierta celeridad. Cuenta con diversos tipos de procedimientos, como la refrigeración, la congelación y el uso de químicos en menor cantidad y concentración.

Respecto del embalsamamiento es una técnica de la que seguro hemos oído hablar pues se utiliza desde la antigüedad, especialmente difundida en el antiguo Egipto para conservar sus momias, si bien se utilizaban otro tipo de sustancias.

Esta técnica se emplea en cadáveres que requieren ser expuestos por más de 72 horas. Es necesario aplicar sustancias químicas en mayor cantidad y concentración, con la finalidad de impedir el proceso de descomposición.

El embalsamamiento es una técnica que impide el proceso de putrefacción y la conservación transitoria solo retrasa la descomposición en un lapso de tiempo, por lo  que el embalsamamiento requiere de la aplicación de sustancias químicas en una mayor concentración y el uso de formol es inevitable.

El embalsamamiento se emplea con frecuencia en personalidades reconocidas que requieren un velatorio de varios días, como por ejemplo, miembros del gobierno o líderes religiosos; sin embargo, las técnicas de conservación transitoria proporcionan un funeral más ecológico y menos agresivo para el medio ambiente.

Según la normativa, la conservación transitoria de un cadáver será obligatoria, entre otros, cuando la inhumación o la incineración vaya a realizarse después de 48 horas y antes de 72 horas desde el fallecimiento.

También cuando vaya a ser velado o expuesto en un lugar público hasta un máximo de 48 horas desde el fallecimiento, y en traslados al extranjero, exclusivamente cuando la normativa del país de destino así lo exija.

Por su parte, el embalsamamiento será obligatorio cuando la inhumación o la incineración no se pueda realizar antes de 72 horas desde el fallecimiento; o cuando vaya a ser velado o expuesto en un lugar público por un plazo mayor de 48 horas desde el fallecimiento.

También en los traslados por vía aérea, marítima o ferroviaria, cuando la normativa del medio de transporte así lo exija, y en los enterramientos en criptas o en lugares no comunes (especiales) de carácter religioso o civil debidamente autorizados.

Se recurrirá al embalsamamiento cuando, a criterio del profesional responsable, las técnicas de conservación transitoria no garanticen la adecuada conservación del cadáver hasta el momento de la inhumación o incineración.

En cualquier caso, las sustancias que se empleen para realizar las técnicas de tanatopraxia deberán haber sido debidamente autorizadas para el fin para el que sean utilizadas.

Desde el punto de vista de la actuación médico-legal sobre un cadáver embalsamado es de utilidad para establecer la identidad y diagnóstico de la causa de la muerte, sin embargo presenta serios inconvenientes para el estudio de la data de la muerte, estudios hematológicos y toxicológicos.

Igualmente, para evitar los productos que se utilizan para el procedimiento, en el caso de la conservación con fines docentes, se suele usar formol para la conservación de los cadáveres en las facultades de Medicina.

Así, pueden conservarse los cuerpos para la enseñanza por las cátedras de anatomía, sin ver alterado el estado de su enfermedad o el daño provocado por la causa de la muerte a consecuencia de los productos utilizados.

La refrigeración sin embargo, se usa en cadáveres que necesitan conservarse para autopsia, para identificación o bien por deseo de la familia. Este proceso se lleva a cabo en cámaras especiales que mantienen la temperatura entre 0º y 4º.

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