Situación del sector fúnebre en España – Union Funeral

Situación del sector fúnebre en España

El sector fúnebre gozaba con un sector de negocio relativamente estable en condiciones normales, tal y como indicaba el Estudio sobre servicios funerarios en España de 28 de junio de 2010, del Ministerio de Sanidad y Política Social.

Es evidente que la pandemia del Covid 19 ha cambiado mucho la perspectiva en esta década, pero especialmente en estos dos últimos años, (todos recordamos seguro las imágenes del Palacio de Hielo de Madrid), por lo que haremos una pequeña panorámica, pero remontándonos mucho menos en el tiempo.

Sector fúnebre o funerario en la actualidad. Los últimos datos

En 2017, la Asociación General de Servicios Funerarios (Panasef), en su Informe sobre el estado en España nos indica cómo el mercado de prestación de los servicios funerarios en España había experimentado una importante transformación en los últimos años.

Así, se convirtió en un mercado liberalizado, más transparente y con un mayor grado de profesionalización y de tecnificación de sus empresas. Las empresas que integran el sector de prestación de servicios funerarios también han impulsado y adoptado en los últimos años códigos de buenas prácticas.

Así, la mayoría de asociaciones de empresas de servicios funerarios han ido insertando y adoptando en su día a día códigos de buenas prácticas en el que se incluyen diversas buenas prácticas a aplicar por las empresas de servicios funerarios en su relación con los clientes.

Esta apuesta por la transparencia y por la ética profesional ha tenido un reflejo en el nivel de satisfacción de los clientes. La demanda de servicios funerarios se caracterizaba por ser una demanda estable, que depende del número de defunciones de la población española, y ha sido siempre relativamente previsible, ya que, en condiciones normales, se mantiene en niveles constantes.

Tras la llegada del COVID, hay datos de zonas y momentos temporales concretos en los que el incremento de defunciones llegó a multiplicarse desproporcionadamente, aunque en términos generales, en los 6 primeros meses de 2020, la incidencia en las defunciones según datos del Instituto Nacional de Estadística ascendieron en un 19,6%.

Según la misma Asociación, que representa a más del 70% de las empresas del sector, indica que en el año 2019, las empresas de servicios funerarios han empleado a 11.964 trabajadores, 454 más que el año anterior.

También indican que teniendo en cuenta que en España fallecen 1.144 personas diariamente, el sector dispone de 10,45 trabajadores por fallecimiento diario. El sector continúa inmerso en una profunda fase de profesionalización y la formación es clave para conseguir dicho objetivo.

Por ello, durante 2019, el 71,11% de los profesionales funerarios han participado en actividades formativas relacionadas con su actividad profesional. La quinta edición del informe “Radiografía del sector funerario” pone de relieve que este sector es cada vez

más moderno y profesionalizado.

Durante el primer semestre de 2020 España –y el resto del mundo- sufrió la primera ola de una de las peores pandemias a nivel global desde que se tienen datos. En concreto, según datos del Registro Civil, se ha producido un incremento de unos 50.000 fallecimientos durante ese periodo de tiempo como consecuencia del virus SARS-CoV-2, causante de la enfermedad denominada Covid-19.

Este dato lógicamente ha tenido un gran impacto en todo el sector funerario que, como último eslabón de la cadena sanitaria y sector esencial, ha debido reaccionar con celeridad y eficacia ante incrementos de defunciones en ocasiones superiores al 500%.

Además, el sector funerario ha sido, junto al sanitario, el único eslabón del sector privado que ha participado activa y directamente en la primera línea de la pandemia.

El mercado funerario ha movido en España en el año 2019 la cifra de 1.565 millones de euros. Este coste no solo lo compone la retribución a las empresas funerarias, sino que incluye la prestación de servicios y productos de hasta 9 agentes económicos adicionales. Las defunciones están cubiertas en un 60% de los casos por entidades aseguradoras.

La incineración continúa creciendo y ya es la opción elegida en el 44,54% de los fallecimientos en nuestro país. En 2025 se estima que alcanzará el 60%. La tasa de incineración es muy superior en las zonas urbanas frente a las rurales, y tiene mayor presencia en el sur que en el norte peninsular.

En España existen aproximadamente 1.100 empresas funerarias. El 80% de la facturación del sector corresponde a empresas de servicios funerarios con una cifra de negocio superior a 1 millón de euros.

España continúa siendo el país europeo con mayor número de hornos crematorios con un total de 464 hornos. Éstos permiten realizar 1856 incineraciones en una jornada laboral, frente a la demanda actual de 510 incineraciones diarias.

El número de instalaciones de tanatorio y salas de vela se ha mantenido estable en 2019. En concreto, PANASEF estima que en España existen 2.525 instalaciones con unas 7.050 salas de velatorio frente a una media de 1.144 fallecimientos diarios.

Estamos ante un sector en constante evolución sigue sin contar con un marco legal actualizado, uniforme y adecuado a la situación real del mercado de servicios funerarios.

Andalucía, Cataluña y Castilla León son las comunidades con mayor número de instalaciones. La sobrecapacidad de las salas de velatorio se explica por el hecho de que los fallecimientos no se producen de forma lineal durante todos los días del año, sino que existe una gran variabilidad.

Días con muy pocos fallecimientos hacen media con días de alta mortalidad y los  tanatorios se han convertido en uno de los principales elementos de diferenciación en la oferta funeraria, ya que durante el periodo de vela es cuando las empresas pueden diferenciar su atención respecto a otras empresas, en función de la calidad y formas de prestación de las distintas actividades que componen un servicio funerario.

Hoy en día, más del 95% de las empresas de servicios funerarios son propietarias o gestionan instalaciones de tanatorio, lo que evidencia que los servicios de tanatorio constituyen un elemento más de la oferta integral de servicios prestados por las empresas de servicios funerarios.

España, dispone de 464 hornos crematorios, y se sitúa como el país de Europa con mayor número de instalaciones de cremación. Las empresas continúan realizando fuertes inversiones instalando y mejorando filtros que minimizan más aun las emisiones a la atmósfera.

Además, y debido a la pandemia que está sufriendo el país, en los últimos meses se han instalados nuevos hornos crematorios. En Madrid, por ejemplo, se ha pasado de 28 hornos a 34 hornos crematorios con el objetivo de cubrir el incremento de demanda. Un horno crematorio puede realizar entre 3 y 6 incineraciones en una jornada laboral de 8 horas.

España cuenta con 8.126 localidades en las que existen un total de 17.682 cementerios; sin embargo, el auge de la incineración y la liberación de espacios de inhumación por el vencimiento de los contratos de alquiler, hacen prever que el número de cementerios permanecerá constante en el medio y largo plazo.

El pasado mes de enero de 2021 fue extremo y desde el sector funerario relatan la situación que están viviendo estos meses, en los que la actividad de las funerarias duplica y triplica la que se registraba en semanas “normales”.

Como consecuencia lógica, el efecto de la tercera ola de la pandemia no solo se refleja en la situación de las residencias o en la saturación de los hospitales. Las funerarias de toda España se ven de nuevo desbordadas ante el incesante número de fallecidos por coronavirus que se registran cada día en España.

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