Saber qué ocurre con nuestra alma al morir es un gran misterio. Pero lo que sí podemos saber es qué pasa en nuestro cuerpo justo después de morir. La tanatopraxia prepara el cuerpo para el funeral. De esta forma las personas podrán darle el último adiós a su ser querido y verlo casi como siempre. Pero antes de eso, el cadáver pasa por ciertos procesos que a continuación describiremos.
¿Cómo saber si la persona está muerta?
Parece un poco evidente de solo pensarlo, pero en muchas ocasiones se cree que una persona ha fallecido y realmente está viva. Antes de declarar que alguien ha muerto, debemos cerciorarnos. Para comenzar, hay que detectar durante un minuto si existen latidos. También se complementa con la toma del pulso. Después de morir, las señales son muy claras. De esta manera se puede detectar rápidamente si ha muerto.
Livor mortis y rigor mortis
Luego de que el corazón deja de latir, el cuerpo inicia una etapa llamada livor mortis o lividez post mórtem. Después de morir, el cuerpo se mueve según su peso y posición debido a la gravedad. Por ejemplo, alguien que murió sentado o de pie, claramente la gravedad comenzará a descender el cuerpo hasta que ya no pueda moverse más. Esta será la posición en la que será encontrado el cuerpo.
Al no existir latidos, el corazón dejará de bombear sangre y por tanto ésta comenzará a coagularse. Es entonces cuando comienza la etapa de rigor mortis. Esta fase inicia a partir de las primeras cuatro horas después de morir. El cuerpo se endurece y se pone frío debido a la pérdida de temperatura. Todos los músculos se entumecen, empezando desde los más pequeños.
Después de morir, y durante esta etapa los párpados y mandíbula son los primeros en endurecerse. Si la persona muere expuestos al frío, esta etapa puede completarse en más de 48 horas. Pero en sitios a altas temperaturas, o si la persona muere teniendo fiebre, este proceso se agiliza. Durante el rigor mortis todas las células comienzan a morir por la falta de oxígeno.
Las bacterias aparecen
Las células muertas se rompen y liberan múltiples sustancias al cuerpo, algo que prolifera las bacterias. Es por esta aparición de bacterias y hongos que el cuerpo comienza a descomponerse después de morir. Algunos cuerpos se descomponen más rápido que otros, todo depende de factores como la preexistencia de bacterias. También en esta etapa el cuerpo huele mal por las sustancias: putrescina y cadaverina.
Esas sustancias las emiten las bacterias que se van formando en el cuerpo. Por lo que, a medida que pasan las horas, más y más sustancias se liberan haciendo que huela muy mal. Sin embargo, el olor y descomposición también se debe a la presencia de azufre y otros compuestos y gases que hinchan el cuerpo; mismo que posteriormente colapsará. Esto puede ocurrir muchos días después de morir.
No obstante, pese a lo que se cree no todos los cuerpos se hinchan. Hay ambientes que ayudan a conservar los cuerpos y más bien se momifican de cierta manera. Los ambientes calientes y secos preservan los cadáveres. Después de morir, la piel se torna marrón y se pueden observar casi todas las partes del cuerpo intactas. Hasta cierto punto el cuerpo se conserva y no libera demasiadas sustancias hacia el exterior.
¿Las uñas y pelo siguen creciendo?
Es un tema que ya hemos tocado, pero es necesario traerlo a colación. Mucho se habla de que, después de morir, nuestro cabello y uñas siguen creciendo. Lo cierto es que esto es solo un mito. Ni el cabello ni las uñas (ni ninguna parte del cuerpo) siguen creciendo. Lo que sucede es que el resto de nuestra anatomía se encoje un poco, dando la sensación de que el cabello y uñas crecen.
En todas las zonas donde crece vello o cabello, la piel se retrae y deshidrata, haciendo que el pelo se vea más largo. Por lo que, durante miles de años se ha creído que el pelo sigue creciendo, pero no es posible. Todos los procesos normales de nuestro cuerpo se van deteniendo poco a poco, otros, forma abrupta; así que todos los sistemas dejan de producir después de morir. Lo único que se genera, son sustancias que descomponen.